* Uno de los grandes focos de atención a lo largo del torneo fue Javier Hernández.
* De cara al futuro, la directiva rojiblanca tendrá que enfrentar decisiones de fondo: y definir la continuidad de su cuerpo técnico
Por Jorge Omar Vázquez Varela
Edomex. – 20 abril de 2025.- El Club Deportivo Guadalajara cerró su participación en el Clausura 2025 en la undécima posición, con 21 puntos, y quedó eliminado tras empatar 1-1 frente al Atlas en el Clásico Tapatío. El resultado, insuficiente para alcanzar el Play-in, selló un torneo decepcionante para el conjunto rojiblanco.
La temporada estuvo marcada por la inestabilidad en el banquillo. Óscar García, técnico español que llegó con la intención de darle una nueva identidad al equipo en su primer torneo completo, dejó el cargo en la jornada 9. Su lugar fue ocupado de manera interina por José Meléndez, quien logró una victoria contra Pumas. Posteriormente, en la jornada 11, Gerardo Espinoza asumió la dirección técnica, aunque desafortunadamente para las aspiraciones rojiblancas, no logró enderezar el camino.
El comienzo de Espinoza al frente del equipo estuvo lejos de ser sencillo. Chivas fue eliminado en octavos de final de la Concachampions a manos del América, cayendo con un contundente 4-1 en el marcador global. La derrota ante el máximo rival, y en un torneo internacional, golpeó duramente la moral del plantel y de su afición.
Uno de los grandes focos de atención a lo largo del torneo fue Javier Hernández. El delantero, quien regresó en 2024 como la gran apuesta de la directiva, no logró llenar las expectativas. Limitado en su impacto físico y futbolístico, cerró el semestre con apenas dos anotaciones y con un rol mucho menor al que se esperaba en el esquema ofensivo.
Tampoco los refuerzos como Alan Pulido y Miguel Tapias lograron consolidarse. Pulido, con poca participación, no consiguió aportar la profundidad al ataque que se esperaba, mientras que Tapias no alcanzó a darle solidez a una defensa que terminó por recibir 22 goles en el torneo.
En lo colectivo, Chivas volvió a exhibir una preocupante falta de contundencia, con apenas 18 goles a favor en 17 partidos. Más allá de los nombres y las intenciones, el equipo nunca logró encontrar una idea clara de juego ni una identidad reconocible.
De cara al futuro, la directiva rojiblanca tendrá que enfrentar decisiones de fondo: definir la continuidad de su cuerpo técnico, replantear su proyecto deportivo y renovar un plantel que, una vez más, quedó lejos de las expectativas.
En el último partido de las chivas y enfrentando a sus odiados rivales El Atas, con el empate a uno, son eliminados del torneo y el delantero rojinegro gana la corona de goleo. La tristeza invadió el vestidor de los rojiblancos, en donde hasta el dueño Vergara tiene culpa.