* En el boliche Sago siempre jugamos en el mismo equipo nunca fuimos contrarios, por supuesto salimos campeones, Ramón se destacaba por ser un magnifico jugador de boliche por el gancho que imprimía y que se convertía en chuzas
* Era un gran ser humano y ellas lo simplificaban diciendo y reconociendo su calidad humana que además de su sencillez y por ser muy cariñoso, siempre se advertía que se comportaba auténtico
Fernando R. Olivas Ortiz*
El deceso de un ser querido siempre nos pone a reflexionar entre la vida y la muerte y el fallecimiento de mi primo hermano Ramón Ortiz Pavón, luego de una larga enfermedad que lo llevó a la tumba, me acerca a una realidad por nuestra edad más de 7 décadas de existencia.
Nos criamos juntos es más compartirnos “el pecho de mi madre Doña Irma Ortiz Fernández”, quien nos amamantó a los dos , quizás de allí venga nuestro acercamiento que nos armonizó aún más, por supuesto a lo largo de nuestra vida compartimos juntos muchas etapas de nuestra existencia que nos permitió disfrutar de un cariño especial por ambas partes.
En nuestra juventud lo hicimos es más estuvimos en la escuela nocturna, posteriormente cada uno de nosotros hizo su propia familia con esposa e hijos, posteriormente nos tocó convivir mucho en el boliche Sago, que se ubicaban en Tacuba y Palma, cerca del Zócalo de la ciudad de México, donde formamos una terna con otro jugador y siempre jugamos en el mismo equipo nunca fuimos contrarios, por supuesto salimos campeones Ramón se destacaba por ser un magnifico jugador de boliche, por el gancho que imprimía y que se convertía en chuzas al tirar todos los bolos.
Ya en la etapa de adultos mayores convivimos una vez más y ya estaba yo como dirigente en el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP) y muchas veces me acompañó a diferentes estados de la República Mexicana y en verdad disfrutábamos esa familiaridad que se convertía en hermandad.
Siempre que fallece alguien lo primero que se dice que muere un gran ser humano , pero que creen, Ramón sinceramente era un hombre muy reconocido por sus virtudes, caballeroso en su trato, con una finura que no era fingida y que sentía plenamente quien lo trataba, fuera hombre o mujer, sencillo en su trato era apreciado por todas y todos.
Fue un gran hombre que desde Niño lo demostró y ya como adolescente fue partícipe de una mejor forma de vida mejor para sus hermanos, siempre trabajador logró a base de tesón y esfuerzo ser profesionista lo que le permitió otra calidad de vida, la cual disfrutó en compañía de seres queridos cercanos y allegados.
Mi querido Ramón deja huella en la vida y nadie podrá negar que fue una excelente persona que a todos ayudaba, al final de su vida vino a menos, pero nunca dejó de lado, su porte y elegancia que lo diferenciaba, su sencillez y carisma nunca la perdió a pesar de que su larga enfermedad de crónica pasó a terminal.
Muchas personas hablaban bien de él y mis hermanas no eran la excepción y manifestaban que era un gran ser humano y ellas lo simplificaban diciendo y reconociendo su calidad humana que además de su sencillez y por ser muy cariñoso, siempre se advertía que se comportaba auténtico, mi hermano Lalo , siempre lo considero un excelente hombre.
Hasta pronto querido Ramón, ya tendrás oportunidad de estar con nuestro tocayo, tu padre otro gran personaje que dejó honda huella en mi vida, descansa en Paz querido hermano “Ramoncito”.
*Fernando Ramón Olivas Ortiz. Secretario del Interior Nacional SNRP y Fiscal Gremial de la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC)