* Esta deidad era mitad mujer y mitad serpiente, era conocida como la Tlanchana. El nombre proviene del náhuatl: atl (agua), tonan (madre) y chane (espíritu mágico)
Metepec, Edomex 7 de mayo de 2023.- La Tlanchana, también conocida como la sirena de Metepec, es una figura que tiene su origen en la cultura náhuatl y representa un ser mágico relacionado con el agua, esta población conocida por las artesanías de barro y de las más espectaculares es el Árbol de la vida, que por su belleza y significado religioso, ha sido admirado en todo el mundo, está conurbada con la capital del estado de México, Toluca.
A pesar de que Metepec está a 500 km de la costa y a más de 2,600 msnm, en el pasado, esta zona tenía nueve lagunas rodeadas por pequeñas comunidades Matlazincas y otomíes, cerca del Nevado de Toluca y el río Grande o Chignahuapan, hoy Lerma.
La historia de la Tlanchana, la sirena de Metepec, se remonta a tiempos antiguos, antes de la llegada de los mexicas al Valle Matlazinca.
Según la historia, en aquellos tiempos, la región donde hoy se encuentra Metepec estaba gobernada por una extraña reina que tenía la mitad del cuerpo de una mujer y la otra mitad de una serpiente acuática.
Cuenta la leyenda que en la laguna de Metepec, detrás de las plantas y el follaje, se podía ver a una hermosa mujer desnuda con joyas y peces en su cintura. Esta sirena tenía un carácter variable y celoso. Cuando estaba feliz, su cola era de una serpiente negra, y ayudaba a los pescadores a conseguir muchos peces con sus redes.
Esta deidad era mitad mujer y mitad serpiente, era conocida como la Tlanchana. El nombre proviene del náhuatl: atl (agua), tonan (madre) y chane (espíritu mágico).
Bella pero enigmática. La deidad era admirada a lo lejos por los pobladores del valle matlazinca que se escondían atrás de unos tules para evitar ser vistos.
Se trataba de una mujer muy hermosa, posada desnuda en un islote, lo único que la cubría eran bellos adornos cual corona y collares que arreglaban su cuello. En sus caderas, un cinturón de peces, acociles y ajolotes. Se contaba que la Tlanchana de Metepec podía cambiar su cola de serpiente por piernas si se enamoraba de algún humano y quería salir del agua para encontrarlo.
Sin embargo, si un hombre no respondía a su llamado, ella podía usar su cola de serpiente para atraparlo y arrastrarlo hasta el fondo de la laguna, ahogándolo. Era conocida por su temperamento posesivo y voluble, aunque cuando estaba contenta, ayudaba a los pescadores a obtener una buena pesca con sus redes.
A medida que el tiempo pasó, las lagunas se secaron y las comunidades que vivían allí cambiaron debido a una nueva religión. Sin embargo, el canto de la sirena de Metepec sigue siendo fascinante para muchos, incluyendo investigadores, artistas y la gente en general.
A principios de los años 90, se tomó la decisión de colocar a la Tlanchana en un lugar importante de la Plaza Juárez, que se ubica en la cabecera municipal de Metepec.
Después de varios años la leyenda siguió modificándose, a tal grado de que en el monumento ya no se ve una cola de serpiente, sino más bien una cola de pez, es por eso que se le conoce ahora como “La sirena de Metepec”.