* El homicidio del comunicador se conoce durante los festejos del Día Mundial de la Libertad de Prensa
* Desde el SNRP exigimos que su crimen no se anexe a las estadísticas 95% de los periodistas, que nunca se descubren sus homicidas.

Sonoyta, Sonora, México.- Nuevamente el periodismo de nuestro país, se enlútese cuando aparece el cuerpo sin vida del periodista Benjamín Morales Hernández, fundador del portal Noticias Xonoidag, quien de acuerdo a familiares había desaparecido desde el día uno de mayo.
El comunicador y fundador del portal Noticias Xonoidag, que empezó a funcionar desde el 8 de agosto de 2014, era ampliamente reconocido en esta ciudad de Sonoyta, que es una ciudad al noroeste del estado de Sonora, en México y cabecera del municipio General Plutarco Elías Calles, y ya había denunciado amenazas desde el Facebook.
El homicidio de Benjamín Morales Hernández se conoce, durante los festejos del Día Mundial de la Libertad de Prensa, evento que el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP) le da transmisión en las diferentes delegaciones de muestra organización en el país, donde es ampliamente difundido siguiendo los lineamientos de la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y de la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC.
Sonoyta está enclavada en el Desierto de Sonora, por lo que en ella se registran temperaturas muy elevadas; es conocida también por ser un importante cruce de migrantes ilegales desde México hacia los Estados Unidos. La localidad está al norte de Puerto Peñasco, un importante destino turístico para el suroeste estadounidense, por la Carretera Federal 8, que cruza a México por Sonoyta y se encuentra en la frontera entre Estados Unidos y México, frente al pueblo de Lukeville en Arizona, Estados Unidos.
Desde el SNRP, exigimos que las autoridades de los tres niveles en Sonora, investiguen y detengan al o los asesinos de nuestro compañero y que no omita ninguna línea de investigación, porque siempre es fácil echarle la culpa a grupos delincuenciales, esperamos que nuestro compañero no sea una víctima más y su crimen se anexe a las estadísticas 95% de los periodistas, que nunca se descubren sus homicidas y mucho menos detienen a los culpables.